jueves, 14 de abril de 2022

Super Windows: Cómo optimizar y acelerar tu Windows (parte 2)

Windows es un gran sistema operativo, pero necesita de un mantenimiento para exprimir su potencial y rendimiento. A medida que lo usamos parece ralentizarse y ser muy pesado. Esta motivación me ha llevado a escribir estos artículos para enseñarte cómo optimizar y acelerar tu Windows.

En esta serie de artículos vamos a aprender cómo podemos acelerar su velocidad y a liberar muchos de sus recursos. Con ello conseguiremos que nuestro ordenador se convierta en un Fórmula 1, entregándonos toda su potencia y su velocidad.


En esta segunda entrega vamos a aprender a modificar algunas configuraciones para extraer el máximo de potencia. 

La mayor parte de estas opciones pueden ser accedidas desde las opciones de configuración de Windows, o bien, desde el menú Inicio, escribir el título de la opción para que lo busque y acceda directamente a la opción.

La relación de opciones aquí presentadas aplican completamente a Windows 11. Algunas de estas opciones pueden ser también aplicables a Windows 10 y anteriores, pero la forma de acceder a ellas puede ser diferente. El porcentaje de opciones comunes va decrementándose cuanto más antigua sea la versión de Windows.


Opciones de Energía

A través de la configuración de Windows, hay una opción para configurar el modo en que el PC consume la energía, especialmente si tu equipo es un ordenador portátil (laptop). Te recomiendo que uses la opción de "Máximo rendimiento".

Otra recomendación es cambiar la configuración de "Pantalla y Suspensión", deshabilitando todas las opciones de suspensión (cambiando al valor "Nunca"). A muchos equipos les cuesta mucho salir de una suspención, llegando a bloquearse y a consumir más recursos a la hora de recuperarse.

En las opciones de "Plan de Energía" (buscar desde el menú Inicio), seleccionar "Cambiar la opción avanzada de energía" y deshabilitar la opción de apagar disco duro (valor "Nunca").


Opciones de Personalización

En esta sección de la configuración se hallan bastantes configuraciones posibles.


Opciones visuales

Es muy recomendable utilizar el modo Oscuro (en temas), especialmente en los equipos portátiles, ya que gasta mucha menos energía.

En la opción "Colores" desactivamos los "Efectos de transparencia". Esto elimina la transparencia en las ventanas, aumentando la velocidad y la fluidez de presentación de gráficos de Windows.


Barra de tareas

La opción de "Barra de tareas" en las opciones de personalización nos permite activar o desactivar las aplicaciones disponibles en la barra de tareas. Deja las que te sean realmente necesarias (por ejemplo, podemos desactivar el chat o los widgets).

En la sección "Desbordamiento de barra de tareas" haremos lo mismo.

También podemos desactivar algunas de las opciones de "Compartamiento de la barra de tareas" para lograr un mejor rendimiento. Esto es opcional.


Opciones de pantalla

Incrementar el rendimiento gráfico

Desde la opción "Sistema" accedemos a las opciones de pantalla. Después, accedemos a la opción "Gráficos". Por defecto, Microsoft agrega algunas aplicaciones que a menudo no utilizamos y están consumiendo recursos. Te recomiendo que configures el valor "Alto rendimiento" para todas las aplicaciones que realmente no utilices o que uses de forma casual.

También desde la configuración "Gráficos", accedemos al enlace u opción "Cambiar la configuración de gráficos predeterminada" y activar la opción "Programación de GPU acelerada por hardware". Esto permitirá que, si tienes tarjeta gráfica aceleradora, sea ésta la que procese los gráficos (especialmente el 3D), en lugar de la tarjeta gráfica integrada o la CPU.

Si en la configuración de la GPU aparece la opción "Frecuencia de actualización variable", es recomendable deshabilitarla para optimizar aún más el procesado de gráficos.

Con estas opciones, conseguiremos mucho mayor rendimiento, especialmente para la ejecución de juegos.


Animaciones y efectos

Otro de los puntos que más recursos consumen son las animaciones y efectos de la interfaz de usuario, tales como las sombras de las ventanas, animaciones en diferentes componentes visuales, etc.

Para mejorar el rendimiento y reducir el consumo de recursos, vamos a buscar "avanzada" en el menú de Inicio de Windows, para encontrar las opciones avanzadas del Sistema (también se puede encontrar accediendo a la configuración de Windows, Sistema y opciones avanzadas). Una vez aparezca el cuadro de diálogo de opciones avanzadas, seleccionamos la opción "Opciones de rendimiento", donde aparecerán las configuraciones de efectos visuales entre otros. Simplemente desmarcamos las opciones que no queremos. Si eliminamos todas las configuraciones, obtendremos el mayor rendimiento.

Otra configuración que podemos modificar es la siguiente: accedemos a la configuración de Windows, seleccionamos la categortía de "Accesibilidad" y la opción "Efectos visuales". Aquí podremos deshabilitar directamente los efectos de transparencia o las de animación (entre otras).


CPU

Vamos a asegurarnos de que Windows está usando todos los núcleos del microprocesador. Si nuestra CPU tiene 8 núcleos, y sólo están habilitados 6, estamos desperdiciando mucha potencia de procesamiento. 

Para ello, pulsamos las teclas Windows + R (comando ejecutar), y en el cuadro de diálogo escribimos "msconfig" (sin las comillas), con lo que aparecerá la aplicación "Configuración del Sistema". Seleccionamos la pestaña "Arranque" y pulsamos el botón "Opciones avanzadas...". Nos aseguraremos de que la configuración de "Número de procesadores" está habilitada con el número máximo de núcleos que tiene nuestro ordenador.


Memoria

Gestión automática de memoria

Por defecto, Windows gestiona automáticamente el uso de la memoria de la manera más óptima. De forma opcional, podemos configurar la memoria máxima a utilizar.  

Para ello, pulsamos las teclas Windows + R (comando ejecutar), y en el cuadro de diálogo escribimos "msconfig" (sin las comillas), con lo que aparecerá la aplicación "Configuración del Sistema". Seleccionamos la pestaña "Arranque" y pulsamos el botón "Opciones avanzadas...". Aquí especificaremos la cantidad de memoria en la configuración "Cantidad máxima de memoria".


Memoria virtual

Si tu equipo tiene poca memoria (hasta 4GB), podemos conseguir un mayor rendimiento si asignamos memoria virtual. Esto tiene sentido si tienes un disco de estado sólido (SSD), pues es mucho más rápido que un disco duro rígido o mecánico.

Para asignar memoria virtual, primero hay que acceder a la Configuración del Sistema (podemos acceder desde el Explorador de Windows, seleccionado "Este Equipo", después hacer clic derecho y seleccionar "Propiedades"). En la ventana de diálogo que aparece, seleccionamos el enlace "Configuración avanzada del Sistema", y en la sección "Rendimiento" pulsamos el botón "Configuración".  Después, seleccionamos la pestaña "Opciones avanzadas" y, en la sección "Memoria Virtual", pulsamos el botón "Cambiar".

Por defecto, Windows selecciona automáticamente la memoria virtual, por lo que habrá que desactivar esta opción. A continuación, seleccionamos "Tamaño personalizado". Podemos asignar el tamaño recomendado (parte inferior), pero podemos asignarle un tamaño más óptimo, el cual se basaría en asignar, como mínimo, la misma cantidad de memoria RAM de nuestro equipo, y, como máximo, el doble. Esta cantidad hay que expresarla en MegaBytes, por lo que habrá que multiplicar el número de GigaBytes por 1024 (por ejemplo, si tu equipo tiene 4 GB RAM, como mínimo hay que especificar 4096 MB y como máximo 8192 MB),


Inicio de sesión con reconocimiento facial

En la Configuración de Windows, seleccionaremos "Aplicaciones" y "Características opcionales". Entre las posibles características deshabilitaremos "Rostro de Windows Hello". Esta opción permite iniciar la sesión de Windows a través de la cámara del equipo, escaneando tu rostro.


Asistencia rápida de Microsoft

En la Configuración de Windows, seleccionaremos "Aplicaciones" y "Características opcionales". Entre las posibles características deshabilitaremos "Asistencia rápida de Microsoft". Este tipo de servicio es muy raro que se utilice para un uso doméstico.


Datos de diagnóstico

Toda la actividad que realices manualmente en Windows, toda la actividad automática que realice el propio Windows y todos aquellos eventos que se producen durante una sesión de Windows, es monitorizada y utilizada para estadísticas y para realizar diagnósticos sobre el estado de Windows, lo que puede facilitar la detección de problemas. Esta información se envía a Microsoft para estos propósitos.

Esta información, una vez enviada, no tiene valor para nosotros, y lo único que hace es ocupar espacio en nuestro equipo. Por tanto, podemos eliminar estos datos y liberar espacio.

Para conseguir esto accedemos a Configuración de Windows, seleccionamos "Privacidad y Seguridad", después "Diagnóstico y comentarios" y, por último, "Eliminar datos de diagnóstico".

También podemos deshabilitar la opción "Enviar los datos de diagnóstico opcionales", dentro de la opción "Datos de Diagnóstico".


Notificaciones

Las notificaciones, además de distraer y molestar, consumen bastantes recursos, pues constantemente están chequeando nuevas notificaciones para mostrar.

Podemos deshabilitar total o parcialmente estas notificaciones. 

En Configuración de Windows seleccionamos "Sistema" y después "Notificaciones". Se mostrará una lista de las aplicaciones que pueden enviar notificaciones, por lo que podemos seleccionar qué aplicaciones queremos o no queremos que notifiquen.

Podemos deshabilitar todas las notificaciones si deshabilitamos la opción "Notificaciones" (primera opción, en la parte superior).


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