Mejorar tu productividad es tan fácil como llevar a cabo estos seis consejos:
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Revisa frecuentemente
Tener el inventario de tareas actualizado es la clave del éxito para una organización eficaz y eficiente. Las circunstancias son dinámicas y las tareas se someten a esta naturaleza, cambiando su nivel de urgencia e importancia, o incluso dejando de ser útiles o necesarias. Realiza una revisión diaria, semanal y mensual.
Enfoca tus tareas
Discierne qué tareas son realmente importantes y evita que las tareas triviales entorpezcan tu trabajo. Decidir lo que vas a hacer es la base de tu productividad.
Planifica tus tareas
Planifica tu lista de tareas con una frecuencia diaria, semanal y mensual. Las tareas urgentes se han de ejecutar antes por su criticidad, pero no significa que sean importantes. Por ello, calibra y negocia el impacto de lo urgente y lo importante, sin perder el foco. Prioriza tus tareas y reserva en tu agenda las franjas de tiempo para llevarlas a cabo.
Ejecuta inmediatamente cualquier microtarea
Si te surge una tarea que puedes hacer en menos de cinco minutos, hazla ahora mismo. Procrastinar microtareas termina colapsando el inventario, interfiriendo en la revisión y en la planificación, convirtiéndose en un embudo de problemas. Ejecutar microtareas requiere poca energía, es fácil y rápido. Su resolución, además, es una pequeña píldora de motivación.
Hacer una cosa cada vez
Nadie puede hacer más de una cosa a la vez, solamente de forma simultánea. Por muy buen malabarista que seas, cuando te centras en una única tarea, la terminarás antes y mejor.
Lo difícil requiere de un buen momento
Cuando abordes tareas complejas es necesario que elijas un buen momento. Evita distracciones e interrupciones. Elige un momento en que tu nivel de energía sea alto y tu concentración esté en las mejores condiciones.