En algún artículo anterior me he referido a distribuciones Linux que puedes llevarte a cualquier parte, ya sea mediante un live (cd o dvd) o un pendrive.
En este artículo pasaré a la práctica, y para ello aprovecharé un viejo pendrive de 256MB (USB 1.0). Aunque pueda parecer mentira, es posible meter un sistema operativo Linux en él y ejecutarlo en distintos ordenadores.
En primer lugar hay que buscar una distribución de Linux que pueda funcionar en tan poco espacio y que se pueda arrancar desde una llave USB (pendrive o Flash USB). Una buena base sería buscar en el baúl de los recuerdos, como mi artículo "Distribuciones Linux para equipos modestos", donde podremos encontrar las distribuciones más livianas, como Feather Linux, Puppy Linux, Damn Small Linux, Slax, muLinux, etc.
De entre todas las que he visto, me he decantado por Slax, debido a que en apenas 200MB tenemos un completo sistema operativo Linux, con escritorio KDE y aplicaciones al día. DamnSmall Linux (de mis favoritas), podría servir (apenas ocupa 50MB), pero utiliza un entorno mucho más humilde y las aplicaciones de base pueden resultar escasa para mis propósitos (si trabajo con documentos Office compatibles con las de Microsoft, prefiero el KOffice). Asimismo, para poder arrancar Linux desde un pendrive, es necesario que la BIOS del ordenador permite establecer este dispositivo en la configuración del boot, y esa posibilidad se da en equipos un poco más modernos, por lo que la capacidad del equipo para ejecutar Slax y KDE es más que sobrada.
La primera operación a realizar es dejar el pendrive preparado, y para ello es necesario formatearlo en FAT32 (si lo haces desde Windows, puedes hacerlo desde Inicio > Panel de Control > Herramientas administrativas > Administración de equipos > Administración de discos).
Descárgate la versión Slax para USB (http://www.slax.org/get_slax.php). El archivo estará en formato .tar, el cual deberás descomprimir en tu pendrive recién formateado mediante tu descompresor favorito.
En el directorio raíz generará dos directorios: boot y slax. Accede al directorio /boot.
Si lo estás haciendo desde Linux, ejecuta el archivo bootinst.sh. Si estás en Windows, ejecuta el archivo bootinst.bat. Ambos preparan el boot del pendrive para que arranque Slax Linux.
Con ésto ya estaría listo el pendrive. Ahora tan sólo debes arrancar el ordenador, acceder a la BIOS y cambiar el orden del boot o arranque del equipo, anteponiendo el USB al disco duro del ordenador.
Una vez preparada esta configuración, podrás reiniciar el equipo con el pendrive conectado, y comenzará a ejecutarse Slax.
La gran ventaja de tener este pendrive es que puedes usar Linux en cualquier ordenador (el de tu trabajo, el de casa, el de un amigo, etc.) sin necesidad de instalarlo. Además, al estar en un pendrive, cualquier cambio en la configuración quedará registrado, así como la posibilidad de utilizar el propio pendrive para guardar documentos o archivos que generes o te descargues.
Si deseas crear pendrives con Linux hay que tener en cuenta que cada distribución Linux tiene su sistema para preparar el pendrive. Si deseas más información sobre otras distribuciones (livianas o no), te recomiendo visitar y consultar http://www.pendrivelinux.com/