Día inaugural de SIMO 2009. El retorno de la consagrada feria de las tecnologías de la información, tras dos años en dique seco debido a la crisis mundial. Expectación, pues en la última edición me negué a ir porque ya era un circo, y acudía hasta el apuntador, desprestigiando a los profesionales. Este año (en teoría) era sólo para profesionales (aunque he visto alguna que otra familia con los nenes).
Empieza las 10:00. Personas fuera esperando. En el interior hay escáners para bolsas, paquetes y equipajes, como en el aeropuerto. También hay arcos detectores, y bandejas para dejar los objetos metálicos. Todo lleno de policias nacionales y algún que otro trajeado con "pinganillo", al estilo de la CIA o del FBI. Esto parece de película. ¿Será por seguridad o sólo porque el principito Felipe va a venir, seguramente con la corte de pelotas como Gallardón (alcalde de Madrid) y la Espe (presidenta de la Comunidad de Madrid?. No lo sé, pues no me quedé a esperarles.
Para entrar y salir en todos los pabellones y accesos, hay que pasar la tarjeta de identificación (código de barras en 2D y 3D) por un lector para el torniquete.
Primera sorpresa, vas andando desde el pabellón 1, y andas y andas, y andas, y todos los pabellones, a izquierda y derecha CERRADOS!!!! Llegamos al final, y el número 7 está abierto.
¡¡¡ Sorpresa !!! El pabellón 7 es muy diáfano, con pocos stands, muy separados y... adividinad: ¿quién ocupa más de la mitad del pabellón?. Nada más y nada menos que Microsoft, presentando su Ventanucos 7, su Exchange 2008, el Office y el Dynamics (por cierto, una pasada viendo cómo funciona en una mesa de pantalla táctil).
Pruebo algún que otro equipo funcionando con Ventanucos 7. Nada mal, acostumbrado a mi Vista. Parece (a primer a vista) más estable, robusto y funcional. Mi feeling es bueno.
Junto a Microsoft hay alguna que otra consultora de las que andan, como las rémoras, junto al gran tiburón blanco. Curiosamente, está Sun Microsystems con un stand muy pequeño, promocionando únicamente hardware, como sistemas de almacenamiento, y algún servidor modular. Una cosa extrañamente curiosa, y al final os contaré mi reflexión.
Bueno, vamos al pabellón 9, hay bastantes stands pequeñitos, como los de las ferias de pueblo. Los más pudientes tiene algún stand un poco más grande, como Acer o Airis. Pero los más grande pertenecen a SAP, HP, DELL (en un camión tráiler de color negro) y a la editorial que edita MacWorld. Alguno que otro ha contratado a un maestro cortador de jamón, que sabe rancio en esta feria (no por el jamón, es una ironía). Sorprendentemente, cerca de un cuarto del espacio de este pabellón está vallado y desaprovechado.
Salimos fuera y nos encontramos que el resto de pabellones al otro lado están cerrados. ¡No puede ser! ¿Cómo va a haber sólo dos pabellones para el SIMO?. Volvemos a entrar y preguntamos. ¡SOLO HAY DOS PABELLONES! Algo que ves en apenas una hora y media.
En Telefonía está Vodafone y Telefónica. Pero no hay fabricantes de teléfonos móviles, como Nokia, Panasonic, Samsung o Motorla, como en otras ediciones. Sólo hay compañías de telefonía, y sólo las más grandes (echo en falta a Symio, Yoigo u Orange).
En software están los de SAP y los más conocidos en ERP y en CRM. Pero empiezo a echar en falta a los grandes fabricantes de software y de bases de datos (como Oracle). No han acudido Adobe, ni Java, ni empresas de software libre (sólo encontré Opentrad, con un software de traducción libre, y Cenatic, de forma muy discreta), ni Hispalinux, ni la comunidad de Extremadura (con su Linex), ni la Junta de Andalucia... ¿DONDE ESTAN?
Pregunto a unos amigos que tenían un stand en la feria (hace años trabajé con ellos), y me chistan para que baje la voz y no pronuncie la palabra maldita: software libre. Este gesto me mosquea. ¿No hay pasta para estos fabricantes debido a la crisis? ¿La organización del SIMO ha hecho algo por lo que estos fabricantes no estén de acuerdo y no hayan asistido? ¿O acaso hay una política discriminatoria con respecto al software libre? Lo ignoro, pero el retorno del SIMO es agridulce ante esta perspectiva desoladora.
Me quedan todas las dudas del mundo acerca de lo que Oracle va a hacer con los productos de Sun Microsystems, como Java, MySQL o StarOffice. Me quedan dudas sobre qué hace ahora Borland que ha sido otra vez adquirida. Se hablaba de un Delphi 2010, pero me quedo con las ganas. Me quedo con las ganas también de conocer alternativas a estos tiburones, sean o no libres. Opentrad (que por cierto, el comercial que me atendió fue amabilísimo, me explicó todo muy bien e incluso me invitó a un zumo de naranja recién exprimido), era el único fabricante de software libre, pero no competía con nadie de la feria en su terreno. Lo mismo ocurría con algunos fabricantes de hardware humildes. Se pone de manifiesto el abismo entre ricos y pobres, las apariencias y la publicidad que ponen ante la diferencia de imagen, los que tienen un poder abusivo y que no permiten la competencia.
Mi opinión es que el SIMO ha vuelto, y es un buena noticia, pues se vuelve a reactivar el mercado y hay esperanzas de volver a la fertilidad tecnológica. Por otro lado, el sabor amargo ante la poca oferta que imponen, la diferencia abismal entre tiburones, rémoras y gorriones que pican las migajas, y que el software libre haya sido eliminado del directorio de la feria, siendo hoy en día uno de los principales candidatos a un nuevo mercado rico en ideas y en competitividad. Está visto que el SIMO pertenece a cuatro gigantes que no deja crecer la hierba bajo su sombra.
Me fui de la feria dos horas y cuarto después de haber llegado, desazonado y triste. No tuve ni ganas de ver al principito y su corte de pelotas con afán de cámara y publicidad falsa. Para colmo, las dos horas y cuarto de parking me salió por 4,15 euros. TODO UN ROBO!!!!