lunes, 14 de enero de 2013

Mejora tu productividad con la técnica Pomodoro


La técnica Pomodoro fue creada por Francesco Cirillo a finales de 1980, con el fin de ganar productividad administrando mejor el tiempo en sus estudios. Su nombre está inspirado en un temporizador de cocina con forma de tomate (Pomodoro en italiano), pues con él comprometía períodos de 25 minutos para realizar las actividades de forma exclusiva, los cuales terminaban al sonar la alarma.

El punto de partida es una lista con las actividades del día (recomiendo leer “Planifica tu día para ser más eficiente”).
  1. Se inicia un Pomodoro (25 minutos), abordando una actividad.
  2. No se puede interrumpir el Pomodoro. Si se interrumpe, se considera un Pomodoro vacío.
  3. Cuando acaba el Pomodoro, marcar con una X a la derecha de la actividad.
  4. Tomar un descanso de 3-5 minutos, para reflexionar sobre lo realizado, atender a interrupciones o a microtareas que nada tienen que ver con la actividad en curso.
  5. Si la actividad no ha terminado, repetir el proceso. Si se termina antes de finalizar el Pomodoro, agotar éste revisando qué se ha hecho en la actividad, aprendiendo de ésta.
  6. Cada cuatro Pomodoros se toma un descanso mayor (15-30 minutos).
  7. Cuando la actividad termina, tachar ésta, conservando las X (Pomodoros realizados).
  8. Repetir el proceso abordando la siguiente actividad.
La idea principal de esta técnica es comprometer en exclusiva tu tiempo para realizar las actividades sin interrupciones. Cada descanso permite a la mente desconectar y a asimilar el aprendizaje de la actividad durante el Pomodoro, lo que redunda en una retroalimentación y en una mayor productividad. El descanso, además, permite mejorar la habilidad de la mente y reduce el estrés.

Esta técnica está recomendada para tareas de alta concentración mental, tales como los estudios, escritura, análisis, programación de software, etc. También es indicada para tareas pesadas, repetitivas o mecánicas. Su gran ventaja es que se pone foco en la tarea, aumentando la concentración y cortando las distracciones.

¿Qué te parece esta técnica? ¿Cómo crees que te puede ayudar a mejorar tu productividad?


Referencias:
- Official site of Pomodoro Technique

viernes, 4 de enero de 2013

Al cine no lo mata la piratería

Tras varias semanas del estreno, por fin puedo coincidir con mi mejor amigo para ver El Hobbit. Soy fan del mundo de Tolkien desde mi infancia, y he disfrutado tanto de sus libros como de las películas de El Señor de los Anillos. Las he comprado en DVD, en formato normal, extendido y con figuras. He comprado incluso algunos artículos de merchandising, como el propio anillo, el cual lleva mi hija colgado del cuello, como Frodo Bolsón. Y es que en la familia tenemos gran admiración a este genero.

Sin embargo, he adquirido las entradas para El Hobbit, en 3D, pero SIN GAFAS (ya las tengo compradas de otras películas). Cuál ha sido mi sorpresa cuando he tenido que desembolsar 11 euros y medio por cada entrada (casi 2.000 de las antiguas pesetas). Me parece un precio... no caro, ni exagerado, ni exacerbado... LO SIGUIENTE.

¿Qué fomento se le da al cine? Con este precio uno puede disfrutar de un buen ágape, o comprar unos buenos pantalones, unos buenos zapatos o muchas otras cosas más necesarias y productivas. Con el precio de esa entrada, muchas personas sobreviven un día entero en este país. 

Desde niño he sido buen cliente del cine, pues casi todas las semanas iba una o dos veces a disfrutar de alguna película. Pero, desde hace unos años, he visto incrementos de precio escandalosos, que han hecho del cine un ocio cada vez más reservado para las clases pudientes, o como un capricho caro para escasas ocasiones especiales.

El cine, no nos engañemos, no lo mata la piratería. Lo mata el afán egoísta de unos dinosaurios que confían en el borreguismo de las masas. Pero la sociedad ha evolucionado, se ha dado cuenta de que con estos precios es preferible esperar a que salga el DVD, y por un poquito más, podrás disfrutar tranquilamente de la película cuantas veces quieras, sin tener que desplazarte, ni esperar colas ni tragarte anuncios que no puedes zappear. 

Señores de la industria cinematográfica: ofrezcan a los usuarios lo que necesitan y quieren. El negocio del cine, tal y como se concibió, ya no es atractivo ni compensa a nuestros bolsillos. Fomenten el cine virtual a precios populares, y ganarán mucho más dinero que agotando un modelo de museo que agoniza y que está a punto de extinguirse. 

martes, 1 de enero de 2013

Feliz 2013


Tenemos delante nuevas y excitantes oportunidades. Y creedme cuando os digo que somos unos cracks para superar todos los problemas que nos pongan por delante. Ya pueden decir misa los mercados, los agoreros, los gurús y los intelectuales, porque a ellos les va bien gracias a que a nosotros nos va mal, y todas las supuestas ayudas que nos han prestado interesadamente solamente les ha ayudado a ellos. Es momento de dejar de compadecernos y demostrar al mundo que el fútbol no es lo único en que somos campeones. Lo tenemos muy fácil, porque ya poco nos queda por perder, y sin embargo tenemos mucho por ganar. Somos mejores de lo que creemos, y nadie nos puede hacer creer aquello que les interese. Tenemos coraje y cojones, pero también mucha ingenuidad para creer lo que nos dicen aquellos que se aprovechan de nuestra situación. Y se aprovechan porque nos temen. Saben que somos mejores, que podemos eclipsarles y poner en peligro su confort. Creed en vosotros, ahora más que nunca. Se acabó el sufrir, el tener una crisis de autoestima. Demostremos al mundo y a la historia el ejemplo más grande de resiliencia jamás escrito. Seamos referentes. Seamos un ejemplo del que todos nos sintamos orgullosos. Dejemos a nuestros hijos un legado de autosuperación digno de perpetuar. Rompamos los aciagos pronósticos que nos imponen. Levantémonos de nuestros arrodillados cuerpos. Llenemos nuestras mentes de sueños maravillosos, de actitudes positivas y construyamos un futuro como jamás conocimos. Somos capaces de hacerlo, amigos míos. Solo hemos de creer más en nosotros mismos que en aquello que nos dicen. 

Hagámoslo