Desde hoy, 10 de Marzo de 2013, recomiendo a todo el mundo que no utilice Whatsapp. No lo digo por su utilidad o servicio, del cual, aunque tenga mis dudas por su seguridad, ha sido pionero y lo presta bastante bien.
El problema viene que, como usuario de Android, lleva varios días anunciándome que a partir del 11 de Marzo (mañana lunes) debe ser de pago. Hoy, antes de llegar a esta fecha, lo he desinstalado, pues apenas lo utilizo. Pero cuál ha sido mi sorpresa que, en mi correo electrónico, me manda un correo Google Play con un pago a cargo de tarjeta por la compra de Whatsapp. En sí, el hecho, es sorprendente, pues no he contactado con la empresa para renovar el servicio y adquirir el de pago, ni ha habido consentimiento, por mi parte, para contratarlo. ¿Quién es Whatsapp para imponerme un servicio que no he solicitado y que no deseo? ¿Imagináis ir a una tienda a mirar ropa y al salir con las manos vacías, os cobren por la ropa que habéis mirado y no habéis comprado?
Me hace mucha gracia, pues me meten el cargo a una tarjeta de Mastercard. No tengo ninguna tarjeta Mastercard, y los cuatro últimos dígitos no corresponden a ninguna de mis tarjetas. Respiro tranquilo, pues nunca he comprado por Google Play, y todas mis compras online las canalizo a través de PayPal. Pero no me quiero ni imaginar si hubiera hecho alguna compra, pues seguramente el cargo hubiera sido efectivo.
Esta práctica de Whatsapp me parece un fraude. Yo no he solicitado ni quiero su compra. De hecho, he desinstalado la aplicación antes del plazo de prueba, pues apenas lo utilizo. No pueden, legalmente, realizarme un cargo por algo que no he solicitado. Y por ello, quiero avisar a todos aquellos que utilicen Whatsapp en Android de esta práctica.
