La democracia y la cultura han sido vilmente profanadas, tomadas por la fuerza a través de una ley paradójicamente ilegal. Suplantar al juez de sus competencias (es lo que hace el comité administrativo que va a instaurar para el cierre de páginas web) viola el artículo 20.5 de la Constitución (es anticonstitucional), viola la neutralidad en la red, el derecho a la intimidad, el derecho a la protección de datos, el derecho a la presunción de inocencia y algunas directivas de la UE, tales como el derecho a la libre prestación de servicios y las relacionadas con el Comercio Electrónico.
La Ley Sinde pasará a engrosar las páginas negras de la historia de España por ser la Inquisición del Siglo XXI, fruto del sometimiento de la soberanía de nuestro país a otro país (EEUU), y a los intereses de un grupo exclusivo de lobbies que dicen defender la cultura, pero que la han pervertido, la han arruinado y la han expoliado para costear sus propios lujos a costa del bolsillo y la vergüenza de todos los ciudadanos de un país. Han doblegado a nuestros débiles y corruptibles gobiernos, han impuesto sus intereses millonarios, han pisoteado las normas fundamentales de la Democracia, han saltado por encima de la Ley, han impuesto su propio impuesto recaudatorio (no sancionador), gestionado por ellos mismos y para ellos mismos, con el que luego han cometido un fraude a los autores que defienden y a la Hacienda Pública. PP y CIU han apoyado la Ley Sinde para imponer sus intereses para reformar este canon declarado ilegal por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que, presumiblemente, grabará ahora a más dispositivos, e incluso a las comunicaciones.
La Ley Sinde va a ser aprobada, tras la traición de nuestros gobernantes y de nuestra oposición a la confianza de los millones de ciudadanos que les dieron el voto. No han escuchado la voz de aquellos quienes les pusieron donde están. Han creado una generación maldita en la cultura y en la economía de este país, en el momento que más necesitábamos de la cultura y de la innovación tecnológica. Nos han hipotecado y nos han bajado a la cola del desarrollo.
Hoy, más que nunca, hace falta la unión de los españoles y no olvidar esta afrenta. En tres meses tendremos elecciones autonómicas y locales, y dentro de un año las estatales. Ahí es donde los ciudadanos podremos responder e imponer nuestra opinión ante este y otros errores que han cometido tanto PSOE como PP.
He creado diez ideas antiSinde, a modo de protesta ante esta violación de nuestros derechos fundamentales:
1) Dejar comentarios con enlaces en medios de PSOE, PP y CIU. Aplicando su propia ley, deben cerrarlos.
2) Dejar enlaces en emails, tweets y SMS, de candidatos de PSOE, PP y CIU. Aplicando su propia ley, han de cerrarlos.
3) No votar a PSOE, PP y CIU. Votar a partidos que se negaron a esta ley y escucharon a los ciudadanos, como UPyD
4) Darse de baja en las operadoras que apoyen la Ley Sinde.
5) No comprar obras de creadores proSinde. Consumir obras Copyleft, Creative Commons…
6) Usar software libre y redes encriptadas, ubicadas fuera de nuestro país.
7) Aplicar ideas 1 y 2 a medios de gestoras de Derechos de Autor, como SGAE.
8) Crear y usar plataformas culturales atractivas y económicas, como Netflix o Spotify.
9) Abogar por la cultura libre, abierta y sin propietarios. Crear la plataforma eCultura.
10) Convocar 1 huelga general, con desconexión de ordenadores, teléfonos móviles y wifis.
La cultura es de la humanidad, y nadie puede poseerla y aún menos expoliarla. Por la cultura, por la neutralidad en la red, por el derecho a la privacidad, por la libertad, por la tecnología, por internet y por el desarrollo económico, haz valer tus derechos.