Las TI han ido cambiando nuestro modo de vida, pero va llegando el momento en que las TI se adapten a nuestro modo de vida. Hemos pasado de enormes inversiones en TI, tanto en maquinaria como en software, y en un mundo en el que invertir en TI sólo estaba al alcance de pocas compañías capaces de sufragar el gasto. Las inversiones eran muy arriesgadas, y era seguro que las empresas que hicieran tal inversión tendrían una ventaja en el mercado con respecto a su competencia.
Las TI han ido abaratando costes, han ido incrementando su negocio, han ido incrementando el número de usuarios y especialistas. Ahora cualquier empresa, por pequeña que sea, puede invertir en un ordenador y en programas de gestión, y en aplicaciones de escritorio. El hardware y el software han ido experimentando una estandarización, una revolución que ha sufrido, por naturaleza, cualquier producto innovador. Cuando un producto era un bien de importancia masivo, abandonaba la exclusividad de su propietario para ser un producto producido por diferentes fabricantes con más o menos mejoras, y con una competencia basada en precios y costes.
Lo mismo ha ocurrido con las TI. De pasar de ordenadores exclusivos de unas pocas marcas, se ha llegado a potentes ordenadores estandarizados y modulares, a un precio muchas veces inferior a aquellos. Y con el software está ocurriendo lo mismo. Atrás van quedando los programas exclusivos, con costosas licencias, producidos en exclusiva por unos pocos fabricantes.
El software libre tiene mucho qué decir a este respecto, y será un factor determinante en el futuro de las TI. Las empresas comienzan a reducir costes gracias a un software producido por millones de tecnólogos que ven un retraso cobrar licencias y no compartir el software. Cada vez más empresas migran a Linux, visto sus excelentes resultados con respecto a Windows u otros sistemas operativos propietarios, y debido a la reducción de costes. Cada vez más empresas migran sus bases de datos a MySQL o PostgreSQL. Cada vez más empresas migran sus arquitecturas software a otras basadas en Java o PHP. Cada vez más empresas buscan soluciones de software libre que cubran sus necesidades de una manera eficiente y económica.
La TI ya no son una necesidad estratégica para una empresa. Con ellas ya no se consigue ventajas con respecto a otras empresas. Ya no es necesario invertir en TI por el mero hecho de ser menos que la competencia o quedar rezagadas. El negocio sigue funcionando como es: con ideas de negocio, con ideas comerciales, con ideas estratégicas. Las TI son una herramienta para gestionar la información de las empresas. No aportan (en general) mejorar o multiplicar el volumen de negocio y posicionarse por delante.
Atrás va quedando una era enfermiza en tener lo último de lo último, de invertir en innovación, en malgastar el gasto en TI. Estamos viviendo una era en que todo cubre sobradamente las necesidades, que las ideas nuevas e ingeniosas ya no aportan necesidades nuevas, que el afán de sacar nuevas versiones ya no añaden valor. Estamos viviendo una era en que las aguas bravas se van calmando, y que los responsables de TI empiezan a estudiar en cómo reducir el coste en TI. Hay empresas que compran ordenadores antiguos o utilizan servidores de bajo coste (como Google), o se migran los costosos sistemas a alternativas más económicas y viables, como ofrece el software libre.
Ya no se invierte tanto en innovación. Se está revisando qué proyectos son realmente necesarios abordar, y que aporten realmente un valor amortizable en el tejido del negocio de la empresa. O actualizar sistemas porque el volumen y las necesidades del negocio lo exijan. Juiciosamente se pondera el coste con los resultados. Las TI son una mera herramienta, no un lujo de admiración.
Desde hace unos años, tener especialistas en TI en las empresas ha ido pasándose al modelo de outsourcing, mucho más económico y problemático. Es mejor dejar en manos de especialistas en una determinada tecnología realizar el proyecto, y que la empresa simplemente lo supervise. Se reducen tiempos, costes y responsabilidades.
El modelo va migrando desde hace poco a las factorías del software, auténticas fábricas de desarrollo de componentes software, aún más económicas y flexibles. Estas factorías llevan un tiempo funcionando en La India. Ahora se están implantando en Sudamérica. China tiene mucho que decir a este respecto.
Como comenté en un artículo anterior, tendemos a ser trabajadores en el modelo tradicional, como un fontanero o como un carpintero. El software será tan estandarizado que solamente deberemos desarrollar una pequeña interfaz para integrar cada componente. Y este software será tan elaborado que apenas habrá que tocar código. Tan sólo configurar algún parámetro. El ciclo de vida de un proyecto será mucho más sencillo, y la construcción de un sistema de información mediante software será similar a tender una red eléctrica en una casa, o una red de tuberías o las puertas y ventanas. Será un trabajo muy sencillo y rutinario, con poco margen para la creatividad. Asimismo será muy, muy, muy económico. Atrás quedarán las complejidades en diseño, modelización o procedimientos de gestión de proyectos.